Lo que hemos dejado atrás: Desplazamiento forzado y derechos en Colombia

Exposición temporal itinerante

Lo que hemos dejado atrás:
Desplazamiento forzado y derechos en Colombia.

Lanzamiento 23 de julio
Museo Nacional de Colombia

El próximo lunes 23 de julio, el Ministerio de Cultura, La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, el Museo Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, lanzan la exposición Lo que hemos dejado atrás: Desplazamiento forzado y derechos en Colombia, en el marco de la campaña 2007: año de los derechos de las personas desplazadas.

La exposición busca reafirmar la dignidad de las personas que han sido víctimas del desplazamiento forzado, reconocer sus derechos y promover la solidaridad de la ciudadanía y de la comunidad internacional.

“Esta exposición hace parte de las iniciativas que organizaciones internacionales como ACNUR, con apoyo del Ministerio de Cultura, están emprendiendo con miras a construir una cultura de paz en Colombia, a través de expresiones artísticas. Su propósito claramente es involucrar a agentes sociales regionales que, en medio de las situaciones de violencia cotidiana, le apuestan a la institucionalidad y a la resolución de los conflictos por una vía pacífica”, asegura la Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata.

Lo que hemos dejado atrás aborda la problemática del desplazamiento forzado en Colombia a partir de cuatro miradas: el desplazamiento en comunidades afro colombianas, pueblos indígenas, campesinos y el desplazamiento intraurbano.

La muestra se presenta en 52 afiches, agrupados en los 4 grupos temáticos, y será enviada a partir de agosto a los 1.099 municipios del país y a naciones con gran número de refugiados colombianos como Venezuela, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Argentina, entre otros.

“Queremos que en cada rincón del país se conozcan las historias y los derechos de las víctimas de este delito. El desplazamiento forzado acaba con el proyecto de vida de miles de personas y es muy importante que todos los colombianos se solidaricen para buscarles soluciones. También es importante que las políticas públicas tengan en cuenta que el impacto de este delito es diferente en afro colombianos, indígenas y campesinos, además de reconocer el desplazamiento que se vive dentro del mismo municipio o ciudad”, afirma Julio Roberto Meier, representante de ACNUR.


Este proyecto es posible gracias al apoyo de la Comisión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Consejo Noruego para los Refugiados, y las embajadas de Canadá, Suecia, Suiza y Holanda.

Los contenidos

Los afiches dan a conocer las necesidades socioeconómicas y culturales que se deben tener presentes para la protección de los derechos básicos de los desplazados, según su etnia o tipo de desplazamiento.


La muestra hace énfasis en que el derecho a la vida, a la dignidad, a la verdad, justicia y reparación, así como a la subsistencia mínima, hacen parte del mínimo prestacional que el Estado debe garantizar a las personas en situación de desplazamiento. Presenta, además, una compilación de normas jurídicas nacionales e internacionales.

La exposición recoge testimonios de personas desplazadas: sus vidas antes del desarraigo, la tragedia del conflicto armado, sus esperanzas de volver a su tierra o la incertidumbre de nunca más retornar. Asimismo, mediante fotografías e ilustraciones de pinturas artísticas, reafirma el derecho a la dignidad que tienen aquellas personas que, por circunstancias ajenas a su voluntad, deben atravesar difíciles condiciones de vida, muchas veces hacinados en albergues y sin la posibilidad de tener medios de subsistencia digna.

La muestra hace parte del programa de exposiciones itinerantes que realiza desde 1997 el Ministerio de Cultura, a través del Museo Nacional de Colombia, con el fin de llegar a los municipios con exposiciones que permitan generar actividades locales en torno al tema que se desarrolla.

“Lo perdimos todo. A mí no me importaba si no tenía un peso en el bolsillo porque sabía que mis hijos tenían para comer. Sólo tenía que arrancar plátano, ir a pescar y ya había. Aquí yo tengo que amanecer con plata en el bolsillo para darles de comer”

Testimonio de un afro colombiano desplazado